Yo me voy al Manzanares...

miércoles, 30 de abril de 2014

¡La liga de campeones es mi obsesión!

A tres partidos de acabar la temporada (Levante, Málaga y Barcelona), aquí seguimos. Líderes y en semifinales de la Champions.

Nadie ha creído en nosotros. Nadie ha apostado por nosotros. Nadie quería vernos donde estamos. Pero eso a nosotros no nos importa. 
Hemos soñado fuerte cada partido, hemos creído siempre cuando otros no lo han hecho, nos hemos dejado la garganta cada día, nos hemos hecho uno. Y eso... No lo hace nadie. Bueno si, NOSOTROS. 

Hoy, jugamos un partido que nos tiene el corazón en un puño. Semifinales de Champions. Creo que ya hemos demostrado que podemos llegar dónde queramos, que aunque molestemos vamos a seguir luchando. 

Chelsea de Mou, o Atleti de Cholo. Obviamente, como siempre, nadie confía en nosotros. Pero no lo necesitamos. 
Hemos luchado como unos verdaderos guerreros, enfrentando cada partido como una batalla para poder conquistar España; y por qué no, Europa entera. 
Así que, como siempre, lucid con orgullo esos colores por tierras inglesas, enseñadles que el rojo y el blanco no se rinde ante nada ni ante nadie; decidles que tenemos algo que nadie más tiene: alma y corazón. Y sobre todo, que somos el Atlético  de Madrid. 



jueves, 13 de marzo de 2014

Toda una vida siendo "los pupas"

El Atlético de Madrid gana al Fulham... un golpe de suerte. 
El Atlético de Madrid gana al Inter... Los italianos no pasaban por un buen momento. 
El Atleti gana a sus hermanos rojiblancos, los leones...La afición vasca se había equivocado de destino. 
El Atlético de Madrid gana al Chelsea... El Madrid se llevará a Falcao.
El Atlético de Madrid gana al Real Madrid la copa del Rey... Los blancos piensan solo en la champions.
El Atlético pisotea al Milan... Los italianos van décimos.

Señores...vale ya de autoengañaros. 
Nos tacharon como el pupas, e incluso llegamos a créernoslo. Siempre han intentado poner por debajo las rayas rojiblancas, el escudo del oso y el madroño, del que lleva varios maletines a cada brazo.
Querían hacernos creer que el equipo de nuestro corazón era así, ganaba un día y perdía dos; llegaron a decirnos que llegar a puestos europeos era a lo máximo que podíamos aspirar. Llegaron a creerse sus palabras. Nosotros NO. 
Nosotros seguimos luchando, partido a partido, en las buenas y más en las malas. Hicimos oídos sordos a todos los jugadores nuestros que iba a fichar el Real Madrid: Torres, Kun, Falcao... (hemos visto que bien le sienta la elástica del Madrid, modo ironía on); y seguimos al pie del cañón. 
Soñamos más fuerte que el resto, nos unimos más plantilla y afición, haciendo un bloque de fuerza. Juntos. Y pasó. Llegaron los resultados, las visitas a Neptuno y las lágrimas de felicidad. 
Ellos, intentaron ignorar nuestras victorias, dando más importancia a las botas de Cristiano. Y aún así, seguimos molestando. 
Seguimos siendo "los pupas" pero haciendo, no recibiendo. 
Seguimos sorprendiendo a todos aquellos que creen que no podemos.
Seguimos en lo más alto, dónde no quieren que estemos.
Seguimos soñando fuerte.
Seguimos callando bocas.
Y seguimos paseando nuestra bandera por Europa.




viernes, 7 de febrero de 2014

"Me gusta más de mote 'Zapatones' que 'Sabio', porque sólo sé que no se nada".

Aún no me he hecho a la idea de que ya no estás entre nosotros. No me he hecho a la idea de que Don Luis Aragonés no nos sorprenderá más con sus contestaciones y con su espíritu rojiblanco.

Gracias por defender el escudo del Atlético de Madrid, gracias por ser uno de nosotros, gracias por tener el corazón rojiblanco y ser de los de verdad.


El sábado me desperté con un mensaje de un amigo en el que me daba la mala noticia. No podía creérmelo. ¿LUIS ARAGONÉS? no puede ser... Segundos después me escribió Ana. En verdad no me escribió. Me puso una cara triste, llorando... Y no pude contener las lágrimas. Aún me cuesta no emocionarme al oír su nombre.

Quizá los que no son del Atleti no puedan entendernos, pero para nuestra familia rojiblanca es una gran pérdida. Ha sido uno de los nuestros: el jugador, el entrenador, el aficionado... 

No me gustan las despedidas. Son muy tristes y dolorosas. Y me niego a creer en el adiós. Sé que ahora sigue con nosotros, que está en el tercer anfiteatro animando a su Atleti, a su familia, con nosotros. Con su chándal, las gafas caídas y su cara de gruñón.




Hasta luego, entrenador

viernes, 1 de noviembre de 2013

“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante” Paulo Coelho

Tras un largo periodo sin escribir, he decidido intentar retomar todos los frentes que tenía abiertos, dedicar un poco de tiempo a algo que tanto me gusta: escribir sobre mi Atleti.
Nunca he querido que mis post sean como el resto. En todas las redes sociales hay foreros de este equipo (y de otros muchos) y últimamente parece una guerra de a ver quién siente más los colores, olvidando dónde se demuestra de verdad ese sentimiento.
Hoy tengo un poco de nostalgia por los años pasados. No tiene que ver con el equipo ni mucho menos porque estamos en un momento increíble (ya dije que resurgiríamos como el ave fénix). Me refiero a los sentimientos. A sentir de verdad, no a los que ponen mil fotos o tuits de “Atleti te quiero”.
Recuerdo aquellos días en los que el día que jugaba el Atleti era diferente. Íbamos a casa, a ver a nuestros amigos. Era un día especial. Todos sabíamos quiénes éramos y ahora…ahora todo es diferente. Tan diferente que los de siempre no entran, y los nuevos te “echan” de tu sitio. Niños con bengalas, niñas enseñando de más, y gente que va a la moda. No señores, el Atleti no es un equipo de moda (aunque ahora salgan atléticos de debajo de las piedras). Es un equipo del corazón, o como el gran Cholo dice “del alma”, que es eterna.
Sé que las cosas cambian, que tenemos que adaptarnos a las nuevas situaciones y aceptar a los nuevos, pero esto es pasarse.
Llegas a tu casa y no conoces a nadie. Lo siento pero no me gusta. Y no. No voy a hacerme mil fotos con la camiseta del Atleti, ni voy a decir que soy más del Atleti que nadie, porque no me gusta.
Creo que esto se hunde señores, y nos toca sacar a flote lo que nuestros mayores llevan tantos años manteniendo y luchando. ¡Vale ya de tonterías cojones! ¡Que siempre hemos sido de la mejor afición! y ahora… solo somos aficionados on-line.


viernes, 26 de abril de 2013

Aquí me pongo a contar, motivos de un sentimiento que no se puede explicar...


Una forma de vida.
Un sentimiento.
Originalidad.
Rebeldía.
Ilusión.
Pasión.
Alma.
Espíritu.
Una religión.
Se es o no se es.
Se nace.
Soñar fuerte.
Sale del corazón.
No imaginarse la vida sin ello.
Humildad.
Unos colores.
Un escudo.
Llorar.
Reír.
Clase.
Elegancia.
Vivir.
Nos da la vida...
Y nos la quita.
Ser diferentes.
Saber estar.
Locura.
Fe.
Esperanza.
Vivir cada momento como si fuera el último.
En las buenas y en las malas.
Amistad.
Familia.
Saber levantarse.


Para los que no sois del Atleti, dejad de intentar entenderlo. Simplemente leeréis un conjunto de palabras y frases sueltas. 

Para poder entenderlo...tienes que vivirlo, sentirlo, tocarlo...o "haber llorado dentro del Calderón que es mi casa".

FELIZ 110 CUMPLEAÑOS, ATLETI DE MI VIDA.

miércoles, 10 de abril de 2013

Como en el 96



10 de Abril de 1996. Final de la Copa del Rey entre el Barcelona de Cruyff y el Atlético de Antic.  
Yo tenía 9 años. Recuerdo que fuimos al Barrio del Pilar a ver el fútbol al bar de casa de mi abuelo. Yo iba con la cara pintada como una india, mi bandera del Atleti atada al cuello como si fuera la capa de Súperman, y en la mano mi bufanda. 
Llegamos al bar y mi padre me pidió "un zumito de melocotón para la niña". El camarero me preguntó que quién iba a ganar, y yo le contesté: "Pues el Atleti, como siempre" (bendita inocencia...)
Empezó el partido y yo me distraía de vez en cuando con una máquina de esas que tienen un gancho para conseguir juguetes que parecen únicos y los mejores, y ahora entiendo por qué mis padres no querían darme más monedas...nunca cogía el juguete (maldito gancho). 
"Papá, ¿cuándo mete gol el Atleti? Ahora mete, verás" me contestaba. Mientras, mi abuelo, andaluz y sevillano hasta la médula, me decía: Tamarita, tu tienes que ser "der" sevilla. No colaba. Yo del Atleti.
Miraba a mi padre y le veía nervioso, mordiéndose las uñas, se levantaba, se sentaba...y me decía: "vamos a ganar, no te preocupes". Creo que se me hizo uno de los partidos más largos de entonces. Y pasó. Mi jugador preferido Pantic marcó un gol. El gol. Mi padre me cogió en brazos, me levantó, la gente se abrazaba...y yo lloraba. Mi madre se asustó y me cogió corriendo: ¿Qué te pasa? ¿Te han hecho daño? Y yo solo pude decir: mami, somos los mejores.
Hoy, 17 años después, soy yo la que le dice a mi padre: "vamos a ganar, no te preocupes".




viernes, 29 de marzo de 2013

Mucho más que un juego


La sociedad en la que vivimos piensa que el fútbol está sobrevalorado. Muchas personas no entienden como un deporte puede mover a tanta gente, crear sentimientos, rivalidades y hasta estilos de vida.
Lo que ellos no saben, es que el fútbol no es simplemente un juego. Como para todos aquellos que somos aficionados de algún deporte, sabemos que nos va la vida en nuestro equipo. Nos sentimos identificados con unos colores; sentimos lealtad a un escudo; pertenecemos a un “reino” en el que lo único que vale es luchar para sobrevivir; pertenecemos a una familia, a un emblema. Tenemos una historia que defender y que pasear por el resto de ciudades.
Y no. No estamos locos.
Los seres humanos necesitamos sentir que pertenecemos a algún grupo, las llamadas relaciones sociales. En este caso, cada equipo de fútbol tiene su gente, sus grupos. Es muy fácil de entender: si remontamos a la edad media, cada pueblo luchaba por proteger su bandera, su familia, a su rey. Vivían dentro de un fortín, y estaban dispuestos a dar la vida por su escudo. Por su pueblo.
En el fútbol pasa lo mismo. Cada persona se reúne en torno a su templo. Guarda devoción a su Dios, y está dispuesto a pelear en cada partido como si de una batalla a vida o muerte se tratase.
El fútbol no es solo fútbol.
En mi caso, yo me levanto cada día como cualquier persona. Voy a la universidad. Trabajo. Salgo con mis amigos. Pero siempre estás alerta. Siempre sientes esa magia que corre dentro de ti y que en caso de que alguien arremeta contra tus colores sabes que va a salir.
El día que hay partido, me despierto con una sensación diferente. Abro los ojos, y como el soldado que va a la batalla, miro al cielo y pienso: “a por ellos Atleti”. Durante todo el día te acompaña un nerviosismo y una manía tonta de no dejar de mirar el reloj para ver cuánto falta para que empiece el partido. En verdad, ese día gira en torno al partido. Ese día y todos.
Y creedme cuando digo que es la sensación más bonita del mundo llegar a tu ansiado reino y ver a tantos y tantas personas luciendo tus colores. Cuando sabes que van a pelear a tu lado para conseguir la victoria. Cuando oyes los tambores, los gritos de guerra… Y cuando se te eriza la piel y se te hace un nudo en el estómago.
No intento convencer a nadie ni justificar nuestra forma de vida.
Os invito a que leáis “La Guerra del Fútbol” del gran Ryszard Kapuscinski. Este periodista polaco vivió en primera persona una de las guerras que se desencadenó con lo que muchos piensan que es simplemente un juego. (Empieza en la página 19).
Y es que...El fútbol es mucho más que un juego....