Yo me voy al Manzanares...

Cómo empezó todo

Es difícil decir cuándo empieza todo. Creo que antes de que uno tenga uso de razón sabe que es de este equipo, que adora estos colores...
Recuerdo que cuando era pequeña no entendía por qué a los niños de mi clase les sorprendía tanto que fuera del atleti y que llegara incluso a enfadarme porque se metian con mi equipo cuando perdía. "El madrid nunca pierde" me decían, pero a mi eso me daba igual. Yo era del Atlético de Madrid no porque ganase, si no porque me gustaba.
Me gustaba ir con mi padre al Calderon, me gustaba ver el partido en la tele, me gustaba ponerme mi camiseta del atleti, mi bandera y mi bufanda. El día que iba a ir al fútbol era un día distinto al resto. Ese día, hiciera lo que hiciera el atleti, era un día especial; y lo sigue siendo. El dia que hay futbol en casa te levantas con otra mentalidad, te levantas diciendo: hoy hay fútbol, hoy juega mi atleti.
Recuerdo cuando bajamos a segunda...Estaba en casa de mi abuelo (sevillista hasta la médula), y pasó lo que ningún atlético queríamos. El descenso. No sabía que decir, ni qué hacer, sólo lloraba y lloraba. No podía creerme que mi atleti, estuviera en segunda. Me tiré todo el resto de la tarde llorando a moco tendido. Comenzó la nueva temporada, en segunda división. Y ahi estaba yo con mi padre en el Calderón, y con mi mejor amiga (Ana). No ibamos a darle la espalda al equipo de nuestro corazón cuando más nos necesitaba. Y eso hicimos. Fueron dos años muy duros y largos, pero lo conseguimos. Subimos al sitio que nos correspondía, volvimos a nuestro lugar. Y esa vez lloré, pero de alegría.
Creo que los que somos del atleti no lo hemos elegido. Hemos nacido siéndolo. Del Atleti no te haces, no es un equipo que este de moda, naces siendo del atleti; te enfrentas a la derrota, a las desilusiones...Pero también a las alegrías, a estar al pie del cañón cada día.
Cumplía 18 años. Ese año todos mis regalos fueron cosas del atleti: el llavero de Fernando Torres, el balón de Fernando Torres, la camiseta del centenario firmada por todos los jugadores, otra camiseta con mi nombre, el peluche de indi... Y lo hicimos. Mi amiga Ana y yo decidimos que ya era hora de abonarnos en la Grada Joven, de ir dónde siempre habíamos querido y de animar hasta quedarnos sin voz.
Fuimos a las oficinas del estadio y el aforo estaba completo. Nos apuntamos en lista de espera, pero mientras tanto algo teníamos que hacer. Teníamos que hacer algo para estar ahi cada partido. Así nos apuntamos a ser voluntarias del Atlético de Madrid. Teníamos que entar en el estadio dos horas antes y ayudar a la gente a buscar si localidad dentro. No nos importaba estar tanto tiempo dentro, es más, estabamos en casa.
Estuvimos dos años de voluntarias hasta que en Enero nos llamaron por telefono del club. Había salido una nueva campaña para captar abonados, que era a mitad de temporada. En un principio no nos ofrecían abonarnos en la grada que queriamos, pero no sé que pasó, que nos dejaron.
Y lo conseguimos. Teníamos nuestro abono. Donde siempre habiamos querido.
En esos años de voluntarias, y de abonadas se desencadenó aún más nuestra pasión por este equipo. Nuestro ratito de futbol, nuestro día de partido, era el día que podiamos estar juntas. Estabamos en la universidad, trabajando..y apenas nos veíamos. Eso sí, nuestro atleti hizo que tuviesemos ese rato juntas, haciendo lo que mas nos gustaba.
Ahora llevamos unos cuantos años abonadas, yendo cada partido. No hay excusa para no ir al futbol. No existe. El dia de partido es sagrado, aunque esté nevando, lloviendo, con fiebre, escayoladas...el atleti es el atleti.
Y poco a poco, dimos otro pasito más a esta pasión, empezamos a viajar siguiendo al equipo a lugares como Alemania, Inglaterra, Grecia; y más cercanos a la capital como Levante o Barcelona.

Ser del Atleti significa que cada vez que vas al Calderón se te ponga la piel de gallina y los pelos de punta, que cuando oigas a todo el estadio gritar a la vez Atleti, Atleti, te entre un gusanillo en el estómago, una sensación especial... En verdad no se puede explicar. Hay que vivirlo para poder entenderlo, porque cada instante en el calderón es mágico.
Desde las horas previas al partido hasta un rato después, lo que se respira por la rivera del Manzanares es diferente. Es un mar de gente vestida de los colores rojo y blanco, es la ciudad inundada de banderas del Atleti, de niños, padres, abuelos que sentimos lo mismo por esos colores.
Mi amiga Alejandra, que viene desde Valencia a cada partido, dice que es bonito. Es bonito ver las caras de la gente sintiendose en su casa, ver como vamos todos a lo mismo, ver como canta el calderon, como salta y como esta ahí dia si y dia tambien.
Como dice la canción: "Atleti tu, eres mi gran amor, te llevo dentro desde antes de nacer..." Para poder entenderlo, hay que vivirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario