Yo me voy al Manzanares...

Cuenta una atigua leyenda...

Cuenta una antigua leyenda, que en 1903 se fundó un maravillos poblado en el centro de Hispania, llamado Atletiae.
Este pequeño pueblo estaba protegido por el poder de su Dios Neptuno, gobernador de todas las aguas y mares,por las que cabalgaba en preciosos caballos blancos. Neptuno eligió el mar como morada y en sus profundidades existía un reino de castillos dorados. Con su poderoso tridente agitaba las olas, hacía brotar fuentes y manantiales donde quiera y encauzaba su ira provocando los temibles seismos o terremotos.
 Como es normal, en los tiempos que corrían,los poblados buscaban extenderse, lo que encauzó en una lucha entre todos los habitantes de las distintas aldeas sobre toda la faz de la tierra.
Unos valientes jóvenes se presentaron para formar el ejercito de Atletiae.Eran un grupo de soldados sencillos, humildes, y lo mas importante, querian a los colores de su bandera por encima de todo, ya que para ellos eran mas que el rojo y el blanco...representaban a su pueblo. Al mando del ejercito iba el General Vicente Calderón, el cual construyó una base donde los soldados podían descansar y prepararse para las batallas.
Consiguieron muchas victorias importantes y como no...acumularon muchas derrotas con bajas considerables. Aún así, siguieron defendiendo la bandera de su pueblo, que poco a poco se fue convirtiendo en ciudad.
Por entonces, ya se habian extendido,al igual que los pueblos vecinos como Mandrilae,Valle del Kas,Getafix y otras pequeñas aldeas que no lo consiguieron . Pero Mandrilae no paraba de conquistar territorios hasta que intentó invadir a Atletiae. Desde ese momento la lucha entre estas dos ciudades no ha cesado, considerandose enemigos en el campo de batalla,aún habiendo marcado los límites territoriales. Por este sentimiento de enemistad, los Dioses tambien entraron en conflicto. Neptuno mandó un terremoto y una ola gigante sobre Mandrilae, y la Diosa cibeles al ver a su pueblo medio derrotado, envió a los infiernos a Atletiae.
Allí estaban dominados por las llamas del infierno pero aún así siguieron demostrando valentía y coraje, luchando desde lo más profundo de la tierra hasta conseguir escapar de las manos de Ares. En el infierno...también lucharon con Getafix...que quería hacerse con el trono de por allí... y que después consiguió para librar batallas en esta Tierra de nadie...
No fue fácil; estuvieron sometidos a mucho sufrimiento todos los fieles de Atletiae. Pero eso hizo que se unieran cada vez y confiasen en su bandera. El esfuerzo y apoyo que recibian entre ellos sumado a las ganas de ganar hizo que pudiesen ascender otra vez, donde se encuentran aún en lucha con otros pueblos.
Atletiae, cuenta con un ejercito grande de seguidores, de fieles, que saben que no van a dejar de custodiar su bandera nunca y con su Dios, que les protege entre las aguas del Manzanares.
 Sólo una ilusión...dejar el escudo rojiblanco en la memoria de las civilizaciones, cada día un poquito más grandes. Sólo un grito: Atletiae o morir!!
Como en todas las historias ...hubo una cuantiosa reducción de población al descender a los inframundos, pero vuelta a las andadas... poco a poco...el Renacer.
Y ya no cabalgamos tras el general Vicente Calderón (que dio toda su vida a la bandera de Atletiae), pero en el foro del Manzanares, allí donde la ilusión se huele desde lo bajo de la orilla...allí levanta el Templo, más adorado, en su honor. El Templo de Calderón, el de Atletiae.
El sueño de ser...cada día más grandes...de volver a librar batallas como antaño... toda la energía puesta, toda la ilusión...en conquistar...alguna vez...Europa entera.
 Aunque no ganen todas las batallas...la guerra continua y...al fin podremos alzar nuestra bandera

Ave Atletiae!

Neptuno, morituri te salutant.


¡¡¡¡¡ Atleti o muerte !!!!!!

Ana Barderas y Tamara Montilla