Yo me voy al Manzanares...

viernes, 26 de abril de 2013

Aquí me pongo a contar, motivos de un sentimiento que no se puede explicar...


Una forma de vida.
Un sentimiento.
Originalidad.
Rebeldía.
Ilusión.
Pasión.
Alma.
Espíritu.
Una religión.
Se es o no se es.
Se nace.
Soñar fuerte.
Sale del corazón.
No imaginarse la vida sin ello.
Humildad.
Unos colores.
Un escudo.
Llorar.
Reír.
Clase.
Elegancia.
Vivir.
Nos da la vida...
Y nos la quita.
Ser diferentes.
Saber estar.
Locura.
Fe.
Esperanza.
Vivir cada momento como si fuera el último.
En las buenas y en las malas.
Amistad.
Familia.
Saber levantarse.


Para los que no sois del Atleti, dejad de intentar entenderlo. Simplemente leeréis un conjunto de palabras y frases sueltas. 

Para poder entenderlo...tienes que vivirlo, sentirlo, tocarlo...o "haber llorado dentro del Calderón que es mi casa".

FELIZ 110 CUMPLEAÑOS, ATLETI DE MI VIDA.

miércoles, 10 de abril de 2013

Como en el 96



10 de Abril de 1996. Final de la Copa del Rey entre el Barcelona de Cruyff y el Atlético de Antic.  
Yo tenía 9 años. Recuerdo que fuimos al Barrio del Pilar a ver el fútbol al bar de casa de mi abuelo. Yo iba con la cara pintada como una india, mi bandera del Atleti atada al cuello como si fuera la capa de Súperman, y en la mano mi bufanda. 
Llegamos al bar y mi padre me pidió "un zumito de melocotón para la niña". El camarero me preguntó que quién iba a ganar, y yo le contesté: "Pues el Atleti, como siempre" (bendita inocencia...)
Empezó el partido y yo me distraía de vez en cuando con una máquina de esas que tienen un gancho para conseguir juguetes que parecen únicos y los mejores, y ahora entiendo por qué mis padres no querían darme más monedas...nunca cogía el juguete (maldito gancho). 
"Papá, ¿cuándo mete gol el Atleti? Ahora mete, verás" me contestaba. Mientras, mi abuelo, andaluz y sevillano hasta la médula, me decía: Tamarita, tu tienes que ser "der" sevilla. No colaba. Yo del Atleti.
Miraba a mi padre y le veía nervioso, mordiéndose las uñas, se levantaba, se sentaba...y me decía: "vamos a ganar, no te preocupes". Creo que se me hizo uno de los partidos más largos de entonces. Y pasó. Mi jugador preferido Pantic marcó un gol. El gol. Mi padre me cogió en brazos, me levantó, la gente se abrazaba...y yo lloraba. Mi madre se asustó y me cogió corriendo: ¿Qué te pasa? ¿Te han hecho daño? Y yo solo pude decir: mami, somos los mejores.
Hoy, 17 años después, soy yo la que le dice a mi padre: "vamos a ganar, no te preocupes".